CUBOMEDUSAS (CNIDARIA: CUBOZOA)

CUBOMEDUSAS (CNIDARIA: CUBOZOA)

ASPECTOS GENERALES DE SU BIOLOGÍA Y ECOLOGÍA.

Texto y revisión bibliográfica: Juan P. Ruiz-Allais.

Fotos y video: Humberto Ramirez Nahim

Las cubomedusas comúnmente llamadas  ‘’avispas de mar’’ debido a su severa picadura, habitan las zonas neríticas de todos los océanos tropicales. Sus características únicas como; el desarrollo de ojos complejos, potente veneno y su gran capacidad de natación y orientación, han despertado un gran interés científico.

Aunque se conocen desde hace más de 200 años y la morfología de muchas especies ha sido bastante investigada, es poco lo que se sabe sobre su ciclo vital, en parte,  debido a la rareza de algunos taxones, al igual que a  la gran variación temporal  de  sus pequeñas poblaciones. Hasta hace poco, solamente el ciclo vital de la especie Tripedalia cystophora ha logrado  ser descrito completamente (1,3)

 

Morfología general:

La campana de la cubomedusa es cuadrada a través de su sección horizontal. Esta cubierta por numerosos nematocistos (células urticantes) agrupados en ‘’racimos’’. Dentro, se encuentran el Manubrium y la Boca. A lo largo del interior de esta, hay un tejido plano llamado Velarium  que, ayuda a incrementar su capacidad  natatoria por propulsión a chorro (ver video). Tiene unas  almohadillas carnosas musculares llamadas  Pedalium  que están  ubicadas en cada esquina de la campana. Uno o más Tentáculos se encuentran conectados a cada Pedalium.  Entre cada Pedalium hay una estructura sensorial (fotorreceptor) llamada Rhopalium . Cada una de los Tentáculos están armados con numerosos nematocistos dispuestos en bandas (Fig. 1). Existen dos grupos principales (familias) de cubomedusas que se diferencian por el número de tentáculos presentes en cada  Pedalium;  Chirodropidae, con múltiples tentáculos y Carybdeidae con un solo tentáculo (6). 


Fig.1. Morfología general de una Cubomedusa (Carybdeidae). Nota: Rhopalium (ubicación tentativa, no se observa en la imagen). Foto: Humberto Ramirez Nahim (modificada por; JP Ruiz-Allais).

Fotorreceptores:

Los cnidarios exhiben una gran diversidad de  estructuras fotorreceptoras (ocelos u ojos). La evolución de estas complejas estructuras es fascinante y única. Las células fotosensibles han evolucionado en  grandes cambios morfológicos hasta producir glóbulos oculares; glóbulos oculares con lentes (cristalino) y, otros más  complejos; con una cornea, lente y retina. Estos cambios,  además de  mejorar el diseño, han  implicado un incremento importante en la capacidad de estos organismos para percibir su entorno (información espacial). 

Los ojos de las cubomedusas son los más evolucionado de todos  los cnidarios. En estos ocelos, la abertura del glóbulo ocular se constriñe y se forma una lente esférica de índice graduado, en el centro de curvatura de la retina lo que, forma un ojo  de tipo cámara. Estos ojos son similares a los de peces y cefalópodos, que permiten obtener imágenes prácticamente sin aberraciones en un campo visual de 180º (5).

Rhopalium:

Las cubomesudas presentan cuatro estructuras sensoriales llamadas Rhopalium ubicadas un cada cuadrante de la campana. Los Rhopalium se encuentran en pequeñas hendiduras  cubiertas por un colgajo de tejido, en forma de V, similar a un párpado. Cada Rhopalium tiene seis ojos: dos complejos y cuatro simples. Los ojos complejos, uno pequeño y otro grande, tienen córnea, cristalino y retina con fotorreceptores ciliados. La transparencia de la campana permite a cada ojo una visión multidireccional mientras que, la abertura de la hendidura  proporciona un campo claro de fotorrecepción en varias direcciones, permitiendo a  estas medusas tener  una visión clara de su entorno (5). Fig.2.


Fig. 2. Diagrama de un ojo complejo de Carybdea ilustrando  la cornea (C), el lente o cristalino (L), espacio vitreo (V), retina (RE) e interneuronas (N). Cada fotorreceptor consta de tres partes: un segmento externo con cilios (receptor de la luz) lleno de pilas de membranas que se proyectan en un espacio vítreo; un segmento interno rico en gránulos de pigmento y una región basal que alberga el núcleo. La base del fotorreceptor se estrecha para formar un axón que se proyecta en un plexo de interneuronas situado directamente debajo de la retina. Tomado de: Martin V, J (5). 

Capacidad de natación:

Las cubomedusas son consideradas animales planctónicos, sin embargo, son excelentes nadadoras (ver video)  por lo que es muy raro encontrarlas varadas en las playas. Aunque no se ha confirmado, se cree que la especie Chironex fleckeri puede nadar a velocidades de hasta dos metros por segundo. Para alcanzar estas velocidades, utilizan fuertes músculos que contraen la campana y expulsan el agua que se encuentra en el interior de esta. El Velarium, a su vez, reduce la luz de la campana lo que  acelera el  ‘’chorro’’ de agua   incrementando el impulso hacia adelante (propulsión a chorro).  Además de rápidas, son bastante agiles, lo que les permite maniobrar para evitar obstáculos, depredadores  y capturar presas. Se cree que esta  capacidad de maniobra se debe principalmente  a su sentido de la visión (6).

 

Reproducción:

La reproducción sexual ocurre una vez al año. La fertilización es interna y ocurre dentro de las hembras. En algunos casos, los huevos fertilizados son expulsados al agua en donde se desarrollan en larvas (plánula). En otras ocasiones, los huevos se desarrollan dentro del pólipo hasta el estadio larval, para posteriormente ser expulsados al medio. La plánula nada libremente durante unos días hasta que se fija en el sustrato (fase sésil). Posteriormente, cada pólipo sufre metamorfosis transformándose en una sola medusa. Varias características diferencian a los pólipos de las cubomedusas de los pólipos de los hidrozoos y escifozoos. La más resaltante, es la total conversión del pólipo en una sola medusa, así como, su simetría radial (1,6).

 (ver: https://costadevenezuela.com/2024/05/01/aumento-explosivo-de-las-poblaciones-de-medusas-marinas-blooms-un-fenomeno-global/)

Alimentación:

Estas medusas son muy voraces siendo capaces de capturar y engullir peces relativamente grandes y a otras especies como camarones del género Acetes. La captura de la presa se realiza con los tentáculos que pueden alcanzar los 30 cm de longitud (alrededor de 10 veces la altura de la campana). Numerosas baterías de nematocistos anulares están dispuestas a lo largo de cada tentáculo. Cuando la presa hace contacto con estos,  se produce la descarga de los nematocistos. La fuerza adhesiva es tan fuerte que, la única forma de que un pez grande  escape es rompiendo el tentáculo. Esta adhesión resulta de la penetración de los hilos de los nematocistos en la presa. Posteriormente a la captura, los tentáculos se ponen rígidos y se contraen varios centímetros. Luego, el pedalium se dobla hacia adentro forzando a los tentáculos a llevar la presa dentro de la cavidad de la campana en donde el manubrium toma el alimento (Fig. 3). 1.


Fig.3. Transferencia de la presa en Carybdea marsupialis. A. Pez adherido al tentáculo. B. Pedalium flexionado; presa sostenida por el manubrio. C. Pez introducido dentro del estómago. (Tomado de Larson, R.J. (2).

Referencias

  • WERNER, B., CUTRESS, C. & STUDEBAKER, J. Life Cycle of Tripedalia cystophora Conant (Cubomedusae). Nature 232, 582–583 (1971). https://doi.org/10.1038/232582a0
  • Larson, R.J. (1976). Cubomedusae: Feeding — Functional Morphology, Behavior and Phylogenetic Position. In: Mackie, G.O. (eds) Coelenterate Ecology and Behavior. Springer, Boston, MA. https://doi.org/10.1007/978-1-4757-9724-4_25
  • Kingsford, M.J., Mooney, C.J. (2014). The Ecology of Box Jellyfishes (Cubozoa). In: Pitt, K., Lucas, C. (eds) Jellyfish Blooms. Springer, Dordrecht. https://doi.org/10.1007/978-94-007-7015-7_12
  • Matsumoto, G. I. (1995). Observations on the anatomy and behaviour of the cubozoan Carybdea rastonii haacke. Marine and Freshwater Behaviour and Physiology26(2–4), 139–148. https://doi.org/10.1080/10236249509378935
  • Martin, V.J. Photoreceptors of cubozoan jellyfish. Hydrobiologia 530, 135–144 (2004). https://doi.org/10.1007/s10750-004-2674-4
  • http://www.ucmp.berkeley.edu/cnidaria/cubozoasy.html