TRAS LOS PASOS DE HUMMELINCK: Una nueva especie de gecko fue descubierta para la ciencia en la isla La Blanquilla, Venezuela

MBLUZ-1148c

Hembra adulta de Gonatodes naufragus en vida (paratipo MBLUZ 1148). Foto: Luis Alejandro Rodríguez J.

La taxonomía, composición y distribución de la herpetofauna de las islas venezolanas es escasamente conocida y ha permanecido por mucho tiempo ignorada. Los primeros estudios sobre los reptiles de estas islas fueron realizados a finales de 1800 y primera mitad de 1900, lo cual dio como resultado el descubrimiento de nuevas especies para la ciencia. Uno de los más notables viajeros que visitó estas islas y que contribuyó a su conocimiento faunístico, fue el notable investigador Holandés Pieter Wagenaar Hummelink (1907-2003), el cual visitó a finales de 1930 el Archipiélago de Los Hermanos y la  isla La Blanquilla, entre otras. Entre las especies que logró observar y recolectar, se encuentra un diminuto lagarto proveniente del Archipiélago Los Hermanos, el cual no describió formalmente (no incluyó un nuevo nombre científico), sin embargo, hace una breve pero precisa descripción con base en cuatro ejemplares provenientes de Morro Pando, publicado en la famosa serie que el editó por años titulada Studies on the Fauna of Curacao, Aruba, Bonaire and the Venezuelan islands.

Siguiendo los pasos de Hummelinck, nuevas expediciones (octubre de 2010 y enero 2012), coordinadas por la Dra. Luz E. Sánchez (Laboratorio de Protección y Manejo de Cuencas) del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, fueron llevadas hasta La Blanquilla, cuyo objetivo, entre otros, fue estudiar la fauna de reptiles (a cargo de Gilson Rivas, Tito Barros y Pablo Velozo) y la vegetación (a cargo de Ángel Fernández). En estas expediciones, fue descubierta una nueva especie de lagarto sphaerodactílido del género Gonatodes, correspondiendo con la especie hallada hace casi 80 años antes por Hummelinck en el vecino Archipiélago de Los Hermanos. El descubrimiento fue publicado en el más reciente número de la revista South American Journal of Herpetology, por los investigadores venezolanos Gilson A. Rivas, Tito R. Barros, Gabriel Ugueto, Walter E. Schargel, Luz E. Sánchez y Pablo Velozo (http://www.bioone.org/doi/abs/10.2994/SAJH-D-12-18212.1 )

Esta diminuta especie, bautizada como Gonatodes naufragus, es por ahora las más pequeña dentro de su género, siendo el cuarto Gonatodes endémico de las islas del Mar Caribe, al igual que G. antillensis (Bonaire, Curaçao, Archipiélagos de Las Aves y Los Roques), G. daudini (Isla Unión, Las Granadinas) y G. ocellatus (Tobago). En el estudio, se discute la cercana relación evolutiva entre la nueva especie y G. daudini, basado en análisis moleculares y en caracteres morfológicos, así como también sus implicaciones zoogeográficas, mostrando interesantes paralelismos con otras especies de lagartos del Caribe, especialmente con los lagartos  del género Anolis (grupo roquet).

Finalmente, en las dos expediciones a La Blanquilla, se pudo observar que existe una gran cantidad de ratas y ratones, así como gatos domésticos, los cuales pueden impactar negativamente sobre las poblaciones nativas de estos pequeños vertebrados insulares, así como también sobre otros reptiles y  aves, provocando su desaparición, por lo que deberían tomarse medidas urgentes para la erradicación o control de estas especies invasoras. Otra amenaza imperante es la desertificación, proceso ligado a factores antrópicos y que afecta de manera directa a los ecosistemas áridos y subáridos.

La Blanquilla así como la mayoria de las Dependencias Federales venezolanas (algunas incluidas actualmente bajo el Estado Insular Miranda) posee un clima árido, con vegetación típica de ambientes xerófitos, con una diversidad faunística asociada a dichos ambientes y que ha logrado ir de la mano con las adversidades que en ellos se presentan (escases de agua dulce). El factor humano ha incidido indirectamente en la pérdida de cobertura vegetal de la isla y de todas las dependencias federales y costas venezolanas; específicamente en La Blanquilla, la introducción de equinos (burros) y caprinos (chivos) desde hace décadas ha significado un gran impacto en la pérdida de vegetación que afecta las especies íntimamente relacionadas a la diversidad de microambientes con los cuales han establecido relaciones evolutivas. Trabajos presentados por el equipo de la Dra. Sánchez del IVIC en la VIII Convención de Desarrollo y Medio Ambiente, realizado en 2011 (La Habana), muestran mediante el uso de tecnologías geomáticas (interpretación espaciotemporal de imágenes satelitales) como ha venido mermando la cobertura vegetal de forma alarmante en tres Dependencias Federales Venezolanas, como Archipiélago de Aves, Archipiélago de La Orchila y en la Isla de La Blanquilla, siendo los índices de pérdida mayores en esta última.

Pueden solicitar  el trabajo completo a Gilson Rivas (anolis30@hotmail.com) o descargarlo en: http://www.bioone.org/doi/abs/10.2994/SAJH-D-12-18212.1.

Gilson A. Rivas Fuenmayor, Museo de Biología, Facultad Experimental de Ciencias, La Universidad del Zulia, Apartado Postal 526, Maracaibo 4011, Maracaibo, Venezuela.

Fig.-3

Ilustración de una cría (superior) y un adulto (inferior) de Gonatodes naufragus, basados en MBLUZ 1013 and EBRG 5224, respectivamente. Ilustración: Gabriel N. Ugueto.

Fig-61

Mapa de La Blanquilla y Los Hermanos donde se muestran las localidades de captura de Gonatodes naufragus (puntos negros). Registros de Hummelinck en el vecino archipiélago de Los Hermanos (triángulos negros) representarían otras poblaciones de la nueva especie. Mapa realizado por Paul Granado
Fig-7
Relieve desarrollado a partir de granitos y conformado por colinas bajas alternadas con vegas o vallecitos estrechos. Los ambientes de cada una de estas dos posiciones geomorfológicas dan lugar a contrastantes y opuestas condiciones ecológicas. En las lomas los suelos orgánicos son casi inexistentes debido a la erosión, en consecuencia la retención de humedad y la cobertura vegetal son escasas. En las vegas se acumula el material erodado desde las colinas, así como mayor humedad edáfica y ambiental, con el consiguiente mayor desarrollo de la vegetación. Foto: Lenin Parra

Fig-7-1

Interior de un bosquecito desarrollado en una vega. Obsérvese la diversidad de hábitats que para la fauna ofrece la vegetación arbórea. Foto: Gilson Rivas