PESCA FANTASMA (ghost fishing), Impacto en el medio acuático
Manta birostris víctima de un palangre abandonado en el Farallón Centinela. Foto: Humberto Ramirez Nahim
Pesca fantasma es el término utilizado para definir la pérdida o abandono de equipos pesqueros que continúan capturando peces causando deterioro ambiental y mortandad de las especies atrapadas. El tema de la pesca fantasma (ghost fishing) fue abordado por primera vez durante la Sesión # 16 del Comite Sobre Pesquería de la FAO en abril de 1985 (1).
Un buzo libera a una manta enredada en un palangre. Foto: Humberto Ramírez Nahim
La FAO en 1999, a través del Código de Conducta Responsable en Pesquerías, asume la pesca fantasma como uno de los impactos más serios de la actividad pesquera a la par con la pesca poco selectiva, bycatch (http://www.costadevenezuela_org.org/?p=2703) y la destrucción de hábitats. Este código, urge repetidamente la disminución de las pérdidas de equipos pesqueros y la mejoría técnica para su prevención. Sin embargo, las investigaciones sobre pesca fantasma, particularmente las aproximaciones cuantitativas sobre mortalidad, son pocas y sus impactos sobre los recursos acuáticos no han sido suficientemente clarificados. Igualmente, ha habido muy pocas evaluaciones para estimar la prevalencia de los equipos de pesca abandonados o perdidos. En la actualidad, se calcula que los equipos de pesca desechados o abandonados representan más del 10% (alrededor de 640.000, toneladas métricas) de toda la basura que ingresa en los océanos (2,3).
Detalle. Foto: Humberto Ramirez Nahim
Estudios a largo plazo han demostrado que las nasas perdidas pueden mantener su capacidad de captura efectiva por 3 años o más, por lo que ocasionan daños considerables en las poblaciones de peces y otras especies susceptibles a estas artes de pesca (2).
Parte de un palangre es recuperado y retirado. Foto: Humberto Ramírez Nahim
Las redes de pesca, cuando flotan sobre los arrecifes costeros, pueden capturar peces, tortugas, crustáceos, aves o mamíferos además de destruir los corales pétreos y blandos barriendo con ecosistemas completos mientras son arrastradas por las corrientes. Cuando quedan atrapadas en los pecios o arrecifes artificiales, las redes sofocan los espacios para el asentamiento de larvas afectando la colonización de estas estructuras e inclusive matando a las especies que ya se encuentran establecidas (4).
El borde de la aleta muestra el daño causado por el nylon. Foto: Humberto Ramírez Nahim
Los palangres y cordeles de nylon enredados en los fondos marinos, o a la deriva, atrapan grandes presas que, al quedar enredadas en estas marañas invisibles, sufren heridas profundas, mueren por asfixia o agotamiento. Los mamíferos marinos suelen ser víctimas habituales de estas trampas que, abundan sobre todo, en las zonas más profundas del mar en donde su prevalencia es mayor debido a que su lenta degradación.
Revisión bibliográfica: Juan Pedro Ruiz Allais.
Referencias:
1. FAO http://www.fao.org/fishery/topic/14798/en
2. Matsuoka, T., Nakashima T. & Nagsawa N. Review of ghost fishing; scientific approaches to evaluation and solution. Faculty of Fisheries, Kagoshima University. Japan.
3. Environment News Services. Floating Ghost Nets Keep Fishing for Years
http://www.ens-newswire.com/ens/may2009/2009-05-06-01.asp
4. MiSSIONBLUE. Ghost Nets, among the greatest killers in our oceans.
http://mission-blue.org/2013/05/ghost-nets-among-the-greatest-killers-in-our-oceans/