Iglesia de San Antonio de Padua de Clarines

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Foto: Alfredo Allais


Por: Maria Luisa Allais

En 1594 Francisco de Vides, natural de Trigueros, localidad cercana a Beas, en Andalucía España, fundó por primera vez el pueblo de “Nuestra Señora de Clarines”, en honor a la patrona de Beas. Francisco de Vides había sido cofundador de Caracas y Gobernador y Capitán General de la Nueva Andalucía.

Según Marc de Civrieux el lugar donde se fundó este pueblo, enseguida desamparado, es decir abandonado por los fundadores, fue el sitio Píritu de Aripata, a orillas del rio Unare. (Marc De Civrieux: Los Cumanagotos y sus Vecinos en Los Aborígenas de Venezuela . Fundación La Salle 1980)

Señala el cronista de Clarines Alvaro Armas Bellorín que en 1638 se construyó el fuerte de San Pedro Martir con la excusa de ahuyentar a los holandeses que querían colonizar la región.

A ello siguió probablemente en la misma zona la construcción del fortín San Antonio de Clarines, en 1667, fortín militar de Cumaná, que fungió como cuartel general de represión que sofocó las guerrillas “Palenque” del río Unare. El fortín fue mantenido en este sitio hasta 1672 fecha en que los frailes observantes, recientemente llegados de España, aprovecharon el recinto para conservar prisioneros “Palenque” y Píritu, capturados en los alrededores. Civrieux Pág. 126

San Antonio de Clarines se convirtió en Misión de los observantes en 1672, y en el lugar del antiguo fortín se edificó la Iglesia de San Antonio de Padua de Clarines entre 1752 y 1789.

La iglesia había sufrido daños severos por las guerras del siglo XIX. En 1965 fue restaurada bajo la dirección del Arquitecto Paolo Gasparini quien señaló su especial importancia por ser, según él, el mejor ejemplar de los únicos tres templos de diseño cruciforme en el país (los otros son el de San Miguel de Boconó y la capilla de San Clemente en Coro).A propósito de esta obra de restauración dice Alfredo Armas Alfonzo (1921-1990), hombre de letras nacido en Clarines y uno de sus más brillantes intelectuales: “La Iglesia fue restaurada en 1965 para borrar la acción que la torpeza de la gente y la ausencia de una política de conservación habían producido en el histórico edificio. Se repusieron materiales de madera podridos y corroídos por las plagas, se consolidaron los muros, se corrigió un disparate de mala albañilería de una torre, se restituyeron frisos y pinturas. No impediría sin embargo tal empresa de salvamento que la comunidad tomara conciencia del valor de su patrimonio y detuviera la ruina ambiental en torno a la fábrica religiosa.” Alfredo Armas Alfonzo; Clarines Bien Lejos Cuadernos Lagoven, 1981. Pág. 20

Además de su extraordinaria arquitectura barroca, la iglesia contiene valiosísimas reliquias de la imaginería religiosa. Según gaceta oficial número 26.230, el 2 de agosto de 1960, fue declarada Monumento Histórico Nacional.

Dice Alvaro Armas Bellorin, en la Sesión Solemne celebrada por la Cámara Municipal con motivo de los 415 años de Clarines, (07-04-2009):

“Entre las imágenes religiosas que forman parte del patrimonio de nuestra iglesia, existe una versión de la Virgen de “Nuestra Señora de los Clarines”, hecha en terracota policromada, que a diario nos recuerda de donde nos vino el nombre. De ella no podemos asegurar que sea la misma que levantaron en alto el 7 de abril de 1594, cuando Vides pronunciaba las palabras rituales de la primera fundación del pueblo; sin embargo podemos decir que su origen data de una fecha anterior a la construcción de la iglesia (1752) lo que ayuda a suponer que es tan antigua como la fundación del pueblo. Esta imagen se mantuvo por muchísimos años en el anonimato, incluso se le llamó por mucho tiempo: “la virgen desconocida”, lo que si se sabe, son los detalles de su descubrimiento recogidos en una carta que envió al Alcalde de Beas en España, Doña Socorro Bermúdez de Achique, en la que cuenta que para 1966, Luís Tirado Bustillos, -para esa época- Presidente del Concejo Municipal de Bruzual, había escrito a España pidiendo que le enviaran una fotografía de la virgen de los Clarines, con la que años después pudieron entender que “la virgen desconocida” se trataba de una versión de la Virgen de los Clarines.

Esta virgen –muy querida en España- hizo posible la existencia de una estrecha relación entre los pueblos de Beas de España y Clarines de Venezuela, la cual trajo a su vez, la firma de un fructuoso hermanamiento entre ellos, que redunda en el afianzamiento de amistad y confraternidad entre dos pueblos históricamente unidos. Este hermanamiento fue firmado el 7 de abril de 1994, fecha esta por demás histórica y significativa, puesto que nuestro San Antonio de Clarines cumplía, después de 2 fundaciones consumadas por la conquista armada y 3 por la conquista religiosa, 400 años de difícil existencia.”

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Foto: Alfredo Allais