Salvando las zonas poco profundas: Concentrarse en la conservación marina en donde la gente mas se interese

Salvando las zonas poco profundas: Concentrarse en la conservación marina en donde la gente mas se interese

AMANDA C. J. VINCENT / Fischeries Centre, The University of British Columbia, 2202 Main Mall, V6y IZ4, Canada

Debido a que los problemas de conservación marina y de seguridad alimentaria son una amenaza cada vez mayor, debemos considerara seriamente la realidad de que pocas personas actúan para proteger el océano. La clave para lograr una relación popular con la conservación marina recae en hacer ver  al océano familiar y valioso  de manera que se trasforme en una materia de responsabilidad personal mas que en una noción abstracta y   aburrida. Para este fin, hay que enfatizar la difícil situación de la vida en los márgenes oceánicos (menores a  10 m de profundidad) que son la piedra angular para la conservación marina en general.

La mayoría de las personas ven poca o ninguna conexión entre sus actividades y el futuro del océano. Mas allá de esto, muchas personas todavía ven el océano como “vasto y suficientemente saludable como para absorber la polución y otros impactos de origen humano”. Por ejemplo, en encuestas hechas desde Portugal a Irlanda, la mitad de los encuestados no sintieron que la contaminación ni la basura fueran un serio problema para las playas locales. Igualmente, una encuesta realizada en México identifico que al menos un tercio de los encuestados eran indiferentes a la decreciente calidad del agua, aunque, otro tercio si estaba preocupado al respecto. Inclusive, en grupos científicos, los expertos están en desacuerdo con respecto al verdadero estatus de nuestras  pesquerías. Dada la falta de consenso publico y profesional, no es sorprendente la poca atención prestada a los temas de conservación marina en las agendas políticas de la mayoría de las naciones.

Diversos aspectos de un arrecife contaminado. Fotos: Juan Pedro Ruiz Allais

Necesitamos encontrar nuevas vías para incrementar el apoyo a la conservación, vías que ayuden a la gente a reconocer y responder a sus conexiones con el océano. Una vez que comprendan lo que esta sucediendo, mucha gente expresara su preocupación por el mar. Cerca del 72% de los americanos encuestados en un estudio, creen que los océanos deben ser protegidos por acuerdos internacionales y un 60% de estos, dijeron estar dispuestos a dejar de comer ciertos tipos de pescado si esto ayudaba a proteger los recursos naturales. En un estudio mexicano, los residentes indicaron su desacuerdo con desarrollos adicionales, degradación del ambiente, turismo o sobrepoblación de sus zonas costeras. Sin embargo, tales sentimientos no son necesariamente trasladados a la acción. Poco menos de la mitad de los encuestados en el estudio americano apoyarían regulaciones del gobierno restringiendo el uso de las zonas costeras o, apoyarían esfuerzos locales para reducir los negocios y el desarrollo económico de las costas. Por lo que se ve, la conservación es buena en teoría pero esta amenazada en la practica.

Durante mis anos de trabajo en conservación marina, y particularmente con caballitos de mar y sus hábitats costeros, frecuentemente he ponderado como hacer del estado del océano una prioridad publica y política. La respuesta, evidentemente, es encontrar el mensaje correcto haciéndolo a la medida de la audiencia y comunicándolo de manera atractiva y agradable. Pero, cuales son los mensajes correctos y por cual medio hacerlos llegar? Las especies bandera (atractivas) indudablemente ayudan a alentar a las personas sobre la conservación; sin embargo, otras herramientas y enfoques son necesarios para expandir y reforzar el interés. Yendo mas allá de las especies carismáticas, como podemos alcanzar a las audiencias con mensajes efectivos sobre la manera adecuada de manejar los océanos que nos confieren seguridad alimentaria, protección costera y control del clima, todas estos  servicios importantes para el bienestar de la gente?

He llegado a la conclusión de que si queremos ampliar nuestra influencia conservacionista sobre los ciudadanos debemos enfocarnos bien en las áreas mas someras del océano (menores a 10 m) aquellas donde la riqueza biológica y las presiones humanas chocan mas seriamente. Aquí, se hallan  gran diversidad de especies y hábitats marinos, además es   donde el océano experimenta el mayor daño por las actividades humanas: cambio climático, colapso de las pesquerías, daño físico directo a los ecosistemas costeros y descargas de sedimento y diversos contaminantes desde tierra firme. Sin embargo, el beneficio real de enfocarnos en las franjas oceánicas probablemente radica en como los humanos se conectan con el mar. Es mucho mas probable que la gente se preocupe de cuidar sus zonas costeras vecinas que la vastedad del océano en general. Simplemente,  porque las personas están mas inclinadas a proteger lo que reconocen y entienden (Vincent, 2011)

 Comentario editorial:

En Venezuela, la situación de la mayoría de las áreas costeras poco profundas es bastante critica, inclusive en parques nacionales y áreas protegidas. La descarga de aguas servidas sin previo tratamiento y  la escorrentía de sedimentos y contaminantes de origen industrial, además, de la gran cantidad de desperdicios sólidos  que  son arrojados al mar (plásticos, lastas metálicas, botellas de vidrio y un largo etc.) impactan negativamente  arrecifes coralinos, manglares y praderas de pastos marinos, ecosistemas sensibles  y fundamentales para la conservación de la biodiversidad marina. Igualmente, la pesca descontrolada a la cual son sometidos incansablemente los placeres pesqueros costeros e insulares del país, por la supuestamente “inocua y sustentable” pesquería artesanal, es un factor que produce un impacto negativo considerable no solo en las poblaciones de las especies capturadas sino también sobre los fondos marinos y el bentos en general. La poca educación y conciencia ambiental de la población, aunada a la falta de políticas efectivas y apatía por parte del estado, son las principales causas de la preocupante situación actual de nuestros ecosistemas marino costeros. Coincidimos plenamente con los planteamientos de Vincent; la única solución es hacer visible el problema, educar y sensibilizar a las personas para que protejan los mares antes de que sea demasiado tarde. Estamos destruyendo nuestro patrimonio natural a una velocidad tal que es muy probable las nuevas generaciones nunca lleguen a experimentar las experiencias y el disfrute que la naturaleza nos a brindado a muchos de nosotros.

Referencia

Vincent A. 2011. Saving the shallows: focusing marine conservation where people might care. Aquatic Consev: Mar.Freshw.Ecosyst. 21: 495-499 (2011).